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Estás en:  home | español home | Encuentros sobre comunicación | 17 noviembre 2010
Encuentro con Magdi Cristiano Allam
periodista y escritor
Desafíos comunicativos en la nueva evangelización de Europa


Libertad y verdad en la responsabilidad
para un periodismo al servicio de la persona


Roma (17.11.2010)
– Magdi Allam, en otro tiempo musulmán y vicedirector del cotidiano italiano “Corriere della Sera”, nacido en Egipto y ciudadano italiano, recibió el Bautismo por manos del Papa Benedicto XVI hace algunos años, durante la Vigilia Pascual en la Basílica de San Pedro, alimentando una ola de críticas por parte de los musulmanes radicales en Europa. A consecuencia de esto vive bajo la protección de guardias de seguridad.

Allam, que ha asumido el nuevo nombre de Cristiano, ha recordado que “el binomio libertad y verdad, acompañado de la práctica de la responsabilidad, representan hoy los aspectos irrenunciables que deben distinguir el trabajo de los operadores de la comunicación”.

Mientras se asiste a la “desestructuración de la personalidad”, favorecida por un relativismo cada vez más rampante y la consiguiente falta de verdad en las relaciones sociales, es más que nunca necesario “restaurar el derecho de los ciudadanos a una información correcta y responsable”. Es lo que ha dicho Magdi Cristiano Allam, eurodiputado, escritor y periodista, en su intervención en la Universidad Pontificia de la Santa Cruz en un encuentro con los estudiantes de la Facultad de Comunicación Institucional.

El invitado ha insistido en la necesidad de conducir en el ámbito de la información, una “batalla por la verdad y la libertad al servicio de la persona”, dos aspectos que no se pueden dar separadamente y que, por tanto, tienen que “iluminar el camino de quienes operan en el ámbito del periodismo”. No es posible, de hecho, alcanzar la verdad si no se es un “espíritu libre” capaz de mirar a la realidad “sin prejuicios y sin mistificaciones”. Al mismo tiempo, no se es libre sin la capacidad de presentar la verdad con toda su entereza. Este razonamiento – según Allam – se extiende al problema del “relativismo”, que niega en un cierto sentido el acceso a la razón, porque “nos priva de los parámetros para evaluar”. Justificando un pluralismo de opiniones, donde todas asumen el mismo valor,  para terminar negando “la noción misma de verdad”.

El mismo concepto de “libertad” resulta profundamente falseado, porque hoy se limita esencialmente a la “dimensión del tener y del aparecer más que al ser”, haciendo de los ciudadanos simples “productores de consumo”. Tal sistema, sobre todo con la reciente crisis económica mundial, ha mostrado de hecho su “fracaso”. Por eso no es exagerado decir que “una civilización consumista y materialista”, caracterizada entre otras cosas por el “suicidio demográfico”, está destinada a desaparecer. La víctimas más expuestas resultan ser mayormente los jóvenes, privados de “puntos de referencia ciertos en el ámbito de la moral, de la familia, de la política en sentido amplio”.

De frente a todas estas dificultades, los periodistas están llamados a responder con “empeño” para recuperar el “valor de la verdad y de la libertad auténticas”, que fundamentalmente residen “en aquello que nosotros mismos somos”. El operador de la comunicación se debe convertir en un “formador de las mentes y de las conciencias”, lejos de aquellos “prejuicios y estereotipos que frecuente e inadvertidamente se perpetúan”, y asumir en esta “etapa histórica” la tarea del “testimonio”. Cada uno, según la propia parte de responsabilidad, tiene que saber dar el “buen ejemplo”, mostrando coherencia “entre lo que dice y profesa, y aquello que hace”.

Respondiendo a las preguntas de los estudiantes  y refiriéndose a los recientes hechos ocurridos en Irak con el martirio de numerosos cristianos sistemáticamente amenazados por el terrorismo islámico, Allam  espera una intervención de la comunidad internacional, que “vincule a las instituciones iraquíes al respeto de la libertad religiosa”. Además, expresó un lamento por la falta de una intervención seria por parte de la Unión Europea, que está “de tal modo descristianizada, sin alma” que resulta “incapaz de ayudar concretamente a los cristianos perseguidos”.

El invitado ha recordado el momento de su Bautismo por manos del Santo Padre Benedicto XVI, al que definió como “testigo de fe y libertad”, “auténtico pastor de la fe”, capaz de portar “la libertad de Jesucristo a todo aquel que se lo pide libremente”.

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por Giovanni Tridente


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