V Seminario Profesional de Oficinas de Comunicación de la Iglesia: Comunicaciones aceptadas

A finales de 2002 se iniciaba en Navarra (España) una experiencia singular: el arzobispado de Pamplona daba los primeros pasos para la creación de una empresa de televisión local, aunando el proyecto de una incipiente cadena de televisiones locales creadas por la cadena COPE de radio, y el interés empresarial y personal, de un grupo de empresarios radicados en Navarra.

Lo realmente novedoso de esta iniciativa viene marcado por el modelo que se desea configurar: los socios constituyentes rubrican un pacto fundacional en el que se marca explícitamente la razón de ser de esta iniciativa: por un lado, ligada al ser mismo de la Iglesia y de su misión, y por otro lado sometida a un estricto criterio empresarial de ingresos y gastos. Ambos criterios, configuradores de este modelo de televisión, serán tenidos en cuenta para calibrar el éxito o el fracaso de la iniciativa, hasta el punto de constituir cuentas de resultados independientes que deben ofrecer beneficios según sus propios planes de negocios .

A la luz de estos principios, Popular TV de Navarra hace suyo el modelo de la cadena en la que se inserta y busca dar vida a una televisión generalista y católica, según lo descrito en el pacto fundacional. Esos dos adjetivos, generalista y católica, raramente conviven en armonía por sí solos y frecuentemente exigen matizaciones y aclaraciones de fino discernimiento. Sin embargo, bien articulados pueden contribuir a cumplir una misión fundamental para la Iglesia en una sociedad cada vez más secularizada: dar a conocer y hacer amables los puntos de vista indispensables en torno a la Familia, la Educación, la Justicia social y la misma vida de la Iglesia. A la vuelta de tres años cumplidos, el proyecto continúa adelante con las dificultades propias de los comienzos y del modelo asumido, pero fiel al pacto fundacional que le dio origen.